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Encarna, una de las pocas mujeres que recolecta trufas silvestres en España, introduce a Esperanza en el desconocido mundo de las trufas y las dificultades de su recolección en su medio natural. 2. Pon a calentar un cazo con la nata a fuego medio. Vierte entonces la harina y, cuando se empiece a dorar, añade la leche y la nata. Agrega la harina de maíz y, cuando empiece a dorarse, incorpora la leche poco a poco. Cuando se haga un poco agregamos la leche. El aceite de trufa negra tiene un sabor más fuerte, terroso y robusto que el aceite de trufa blanca, por lo que si lo utilizas en una receta muy delicada, es posible que quieras utilizar un poco menos de aceite del que se pide. Una combinación perfectamente equilibrada donde el sabor característico del Brie se funde con el delicado sabor de la trufa de verano. Paso 3. Cuece los boletus y, cuando pierdan la mayoría del agua que contienen, tritúralos y resérvalos.